El equinoccio de otoño, conocido en la tradición celta como Mabon o Modron, marca el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Es un tiempo de gratitud, cosecha y reflexión, celebrado alrededor del 21-23 de septiembre en el hemisferio norte.
El equinoccio de otoño marca el cierre de las cosechas de cereales y hortalizas. Los graneros ya deberían estar llenos y la comunidad se prepara con esmero para asegurar la supervivencia en los meses fríos que se avecinan. Los rebaños son reunidos y conducidos de nuevo a los alrededores del poblado para resguardarlos. En los bosques y marismas se realizan las últimas cacerías, mientras el pescado se sala o se ahúma para su conservación. La leña se recoge y se corta, lista para alimentar el fuego del hogar durante todo el invierno.
Es un tiempo de guardar y valorar lo conseguido, pero también de reflexionar sobre los propósitos pendientes y de trazar, con calma y claridad, la planificación de lo que se desea alcanzar en el próximo ciclo.
¿Qué es Mabon y cuál es su significado espiritual?
Mabon simboliza el agradecimiento por los frutos de la tierra y la preparación para el descanso invernal. En la cosmovisión celta, este equinoccio representa:
- Equilibrio entre luz y oscuridad, recordandonos los ciclos de la vida.
- Cierre de etapas, honrando lo cosechado durante el año.
- Introspección personal, antes de la llegada del invierno.
- Conexión con la Madre Tierra, que entrega sus últimos frutos antes del reposo.
El nombre Mabon proviene de la deidad galesa Mabon ap Modron, un joven dios de la fertilidad y la juventud, mientras que Modron significa “Madre” y alude al arquetipo de la Gran Diosa que nutre y protege.
Símbolos de Mabon en la tradición celta
Los elementos que más representaban esta festividad eran:
- Frutas y cosechas: manzanas, calabazas, uvas.
- Colores otoñales: dorados, naranjas, marrones y rojos.
- Animales asociados: ciervos, búhos y cuervos.
- Hierbas y plantas: romero, salvia y hojas secas.
Decorar altares o espacios con estos elementos era una forma de honrar la abundancia y cerrar el ciclo agrícola.
Costumbres y tradiciones del equinoccio de otoño
Durante Mabon, las comunidades celtas celebraban con banquetes y ofrendas a la Madre Tierra, Dana. Algunas costumbres destacadas incluyen:
- Compartir la cosecha con familiares y vecinos, reforzando la unión comunitaria.
- Encender hogueras para despedir la luz solar que comenzaba a menguar.
- Ofrendar alimentos a los dioses y a los espíritus de la naturaleza.
- Narrar mitos y leyendas que recordaban el ciclo eterno de la vida, la muerte y el renacer.
Rituales de Mabon para hacer en casa
Aunque han pasado siglos, esta festividad sigue viva en la Rueda del Año. Aquí te comparto rituales sencillos que puedes practicar:
1. Altar otoñal
Coloca velas cálidas, hojas secas, frutas y semillas en un rincón especial. Enciende una vela al atardecer para agradecer la abundancia.
2. Ritual de gratitud
Escribe en un papel todo lo que agradeces del ciclo que termina y quémalo en un cuenco seguro como ofrenda al universo.
3. Banquete de cosecha
Prepara una comida con productos de temporada como pan casero, uva, calabaza, y compártela con seres queridos.
4. Meditación de equilibrio
Dedica unos minutos a meditar sobre el equilibrio entre tu luz y tu sombra. Reflexiona sobre lo que dejas atrás y lo que deseas sembrar para el invierno.
5. Ofrenda a la naturaleza
Deja frutas o pan en un bosque, parque o jardín como regalo para la Madre Tierra y sus criaturas.
Cómo celebrar Mabon en la actualidad
Hoy en día, celebrar Mabon es una forma de reconectar con los ciclos de la naturaleza. Esta festividad nos invita a agradecer, cerrar etapas y prepararnos espiritualmente para el invierno.
Mabon nos recuerda que todo final es también un comienzo, y que en la oscuridad germinan las semillas de un nuevo renacer.